Es ciclista y diseñadora autodidacta que se define a sí misma como mestiza, si bien llegó hace tan sólo veinte años a la ciudad de Arica, partió de muy niña cociendo a mano hasta que se da cuenta que es posible hacer sus propias confecciones usando telas recicladas y textiles andinos. Por lo que crea el emprendimiento sustentable “Kayla”, como un taller dedicado a la creación de alforjas y bolsos para bicicletas que pone en valor los colores y texturas del norte de Chile y la alegría del Carnaval Andino Con La Fuerza de Sol.
Como participante de la agrupación Biciñustas, trabaja en iniciativas que empoderen a las mujeres ciclistas y generen educación vial.