Nació en una estancia ganadera cerca de Visviri (comuna de General Lagos) y de muy niña aprendió a hilar y tejer. A pesar de que a los 27 años decide trasladarse y residir definitivamente en la ciudad de Arica, donde termina de educar a sus seis hijos, ella mantiene una relación emocional con la lana: “Cuando veo la lana, muy corazón se alegra totalmente, puedo estar día y noche, pero mi corazón siempre está contento”.
Gracias a un proyecto de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI) logra armar su actual taller de tejidos Warmi Sawuri en calle Tambo Quemado #3835 (Arica), donde confecciona e innova en diferentes piezas de vestir en fibra de alpaca.